La Misión del Nahuel Huapi fue fundada a orillas del lago Nahuel Huapi en 1670 por el jesuita Nicolás Mascardi y destruida por un malón de los Puelches el 14 de noviembre de 1717.
Fue el primer asentamiento religioso permanente en el actual territorio del sur de Argentina, donde llegaron a vivir casi 200 personas, entre indígenas Poyas y Puelches.
Los misioneros les enseñaban a leer y escribir, además de cultivar la tierra. Por eso realizaron cultivos de trigo, además de construir precarias viviendas, la iglesia y una biblioteca junto a corrales y galpones para vacas y ovejas que se introdujeron por primera vez en la Patagonia.
Estuvieron a cargo de la misión, los jesuitas Nicolás Mascardi, Juan José Guillelmo, Felipe de la Laguna y Francisco de Elguea.
Todos ellos fueron asesinados por grupos de indígenas rebeldes.
Aquí se entronó en 1672 a Nuestra Señora del Nahuel Huapi, la imagen especialmente enviada por el Virrey del Perú, Conde de Lemos, la cuál sobrevivió al incendio producido por el malón y fue rescata por soldados españoles que la llevaron a la iglesia de Achao, Chiloé, donde se encuentra en la actualidad.
Si bien no se ha podido precisar con exactitud el lugar donde se implantó la Misión; según los relatos y registros de los mismos protagonistas, llegaban desde Chile por el conocido "Camino de las Lagunas", el que les permitía acceder desde Puerto Montt al lago en el actual brazo Blest y también utilizaban el camino del norte neuquino viniendo desde Valdivia.
Uno de los pasos más resguardados por los indígenas fue el conocido como el paso de los Vuriloches, que estaría ubicado a la altura del río Manso, al sur de Bariloche. Ese paso, por ser de relativo fácil acceso, fue mantenido en secreto por los aborígenes ya que el que lo descubriesen implicaba mayor peligro de ser capturados como esclavos.
Por esta razón, el padre Guillelmo, que luego de varios intentos lo halló, fue ultimado por los indígenas.
Hoy, a modo de reconocimiento de aquella etapa de nuestra historia, la Asociación de Mujeres Empresarias de Turismo de Villa La Angostura ha proyectado en conjunto con otras instituciones de Argentina y Chile, un recorrido turístico, denominado "Camino de los Jesuitas".
La presencia de los Jesuitas en la zona y luego de los Franciscanos resultó muy importante ya que, además de su Misión principal de transmitir la Religión Católica, fueron los primeros en realizar registros acerca de los grupos aborígenes que habitaban estos lugares dejando testimonio de sus culturas, formas de vida, nombres, etc.
, que una la localidad de Achao, en Chile, con Villa La Angostura, donde se planea realizar una réplica de la Iglesia de Achao.
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