RUTA HISTÓRICA

 I.a. INTRODUCCION

 

Cuando llegamos al Nahuel Huapi (Nahuel: tigre; Huapi: isla), la majestuosidad de la naturaleza que nos rodea sólo nos deja lugar para pensar en escalar sus montañas, navegar por su lago y dejarnos embriagar por el sonido proveniente de sus bosques. Claro que sabemos también que antes que nosotros otras personas han sentido lo mismo y quizás nos preguntaremos como sería este sitio en el pasado, qué vieron quienes lo habitaron, cuáles fueron sus desafíos, sus luchas, sus sueños...   

 

La historia de Villa la Angostura puede dividirse en varias etapas en la que fue habitada por diferentes culturas que le han ido dando la forma que hoy presenta. En nuestros alrededores existen varios sitios que representan parte de nuestra historia. Algunos se encuentran accesibles, otros tiene vedado su acceso o ya han desaparecido .

 

En este libro encontraremos referencias de sitios que nos transportarán al pasado y que nos permitirán conocer con mayor profundidad las particularidades de las diferentes etapas de esta historia para entender mejor el presente.

 

Hay quienes dicen que tenemos menos de un siglo de historia pero las evidencias nos demuestran que todo empezó hace mucho tiempo atrás...

 

 

 

I.b. ETAPA INDÍGENA

 

Esta zona ha sido poblada desde hace aproximadamente 10.000 años, en que el hombre llegó a la Patagonia desde el continente asiático. Estudios arqueológicos han hallado en diversos sitios restos muy antiguos. El de mayor data es el de la denominada Cueva Traful I, cercana a la localidad de Villa Traful, donde los restos fueron fechados con una antigüedad de 9000 años .

 

Los primeros hombres blancos llegaron del lado de Chile en el siglo XVI. Eran expedicionarios y aventureros que cruzaban los Andes por diversos motivos; a algunos los guiaba la búsqueda de la mitológica "Ciudad de los Césares", a la que muchas crónicas antiguas ubicaban en esta zona; otros más pragmáticos venían a capturar indígenas para llevarlos como esclavos a trabajar a las minas de Chile. El lago Nahuel Huapi fue divisado por primera vez por  Juan Fernández en 1620.

 

También tuvieron contacto con los indígenas misioneros jesuitas que intentaron acercarlos al Cristianismo. Así es como en 1670 el padre Nicolás Mascardi funda la Misión del Nahuel Huapi en la actual península Huemul. A pesar de que lograron un importante acercamiento a los nativos, tanto Mascardi como los otros padres que le sucedieron: Guillelmo, Elguea y Laguna, perecieron en manos de los indígenas y la Misión fue abandonada en 1717. Restos de la misma fueron hallados en los años '30 por los actuales dueños, los Ortiz Basualdo, quienes los enviaron al Museo de La Plata.

 

Cuando estos expedicionarios incursionaron en la zona la hallaron habitada por diferentes parcialidades de indígenas nómades, cazadores que poseían  costumbres y lenguas propias. En la zona sur del lago, donde ahora se encuentra la ciudad de Bariloche vivían los Poyas, grupo perteneciente a la raza Tehuelche Meridional;  mientras que en las islas y zona norte del lago habitaba un grupo denominado Puelches del Huapi. Hacia el noroeste tenían su territorio los Pehuenches, famosos por su belicosidad.

 

Del otro lado de la cordillera habitaban los araucanos. Su cultura era más desarrollada, practicaban la agricultura, eran sedentarios, realizaban tejidos y artesanías en metal. Las diferencias culturales, ambientales y económicas favorecieron el intercambio entre los indígenas de nuestra Patagonia  y los araucanos; mientras que los primeros poseían gran cantidad de caballos y sal apta para consumo humano -muy apreciada en Chile-, los transandinos ofrecían a cambio tejidos, cereales y metales.

 

Ese contacto se fue acrecentando, en un principio fue amistoso y a medida que aumentaba la presión del blanco por las tierras araucanas, éstos se vieron obligados a trasladarse al territorio argentino en busca de tierras donde asentarse, comenzando a producirse enfrentamientos entre indígenas (en parte fomentados por los blancos) que terminaron con la imposición de los araucanos y su cultura sobre las parcialidades argentinas. Cuando el ejército argentino llevó a cabo la Conquista del Desierto la zona estaba habitada por indígenas de parcialidades fusionadas con cultura araucana que se autodenominaban mapuches (Mapu:Tierra;  Che: Gente).

 

Estos indígenas, al contrario de lo que generalmente cree, eran sedentarios, poseían un gran desarrollo económico y se dedicaban a la agricultura y al comercio del ganado vacuno y caballar que arriaban desde la pampa argentina hacia Chile. En esta época los indígenas estaban organizados en los denominados Grandes Cacicazgos, compuestos por varios grupos pequeños que habitaban un área y respondían a las órdenes de un cacique mayor. Nuestra zona estaba bajo el domino de Saihueque, conocido como el "Gobierno de las Manzanas". Saihueque tenía sus tolderías sobre las márgenes del río Caleufu, en el camino a Paso Córdoba, y con él tuvo contacto el Perito Moreno cuando visitó la zona.

 

En el traslado del ganado hacia Chile, el actual territorio de la Provincia del Neuquén desempeñaba un papel importante ya que en sus valles intermontanos se engordaba el ganado antes de cruzar la cordillera. Es por eso que uno de los principales ingresos económicos que tenían los indígenas de aquí era el cobro de peaje para pasar por sus territorios y el de permiso para las pasturas. Conociendo esto, en su Primer Campaña al Desierto (1879), el  Gral. Roca utilizó como una de sus estrategias la de apoderarse de la isla de Choele Choel, punto estratégico en las rutas de comercio de ganado.

 

 

 

I.c. LA CONQUISTA DEL DESIERTO

 

La ideología europeizante;  el interés de los hacendados de la provincia de Buenos Aires por lograr expandir sus propiedades para la práctica de la ganadería extensiva y la necesidad de afianzar la soberanía nacional fueron las causas que motivaron las expediciones con el objeto de desterrar al indígena de la Patagonia y sumar a ésta al Territorio Nacional.

 

Luego de varias campañas organizadas desde el gobierno argentino, el General Roca llevó a cabo su primer etapa de la Campaña al Desierto en 1879, con la que logró vencer a la mayoría de los caciques indígenas y tomar posesión de los territorios de La Pampa, Río Negro, y norte de Neuquén. En 1882 se organizó la segunda etapa que finalizó el 1 de enero de 1885, con la rendición del último cacique, Saihueque, en el fuerte de Junín de los Andes.

 

 

 

I.d. LA COLONIZACIÓN

 

Al finalizar la Campaña al Desierto, el gobierno argentino comenzó a realizar acciones para poblar la zona. Los territorios conquistados fueron repartidos entre expedicionarios, terratenientes que habían financiado la campaña, reservas indígenas y colonos. Se elaboraron varias leyes con el fin de regularizar la situación, pero pasó mucho tiempo hasta que se comenzó a hacer una efectiva ocupación de las tierras. Mientras tanto el Perito Moreno, en oportunidad en que visitó la zona con un grupo de científicos luego de la campaña, al pasar por la zona donde tuvo las tolderías Saihueque, manifestó su profundo pesar por ver lo que fue un vergel transformado, ahora sí, en un verdadero desierto.

 

En 1885 se realizó el primer remate público de tierras en la Provincia del Neuquén, y las tierras más solicitadas fueron las del norte neuquino para la crianza del ganado ovino.

 

Al mismo tiempo, esta zona había comenzado a ser poblada por familias provenientes de Chile que se instalaban con permisos precarios y se dedicaban a la economía de subsistencia, e inmigrantes de otros países (Italia, Estados Unidos, España) quienes con espíritu aventurero se asentaron en la zona dedicándose en su mayoría a la cría de ganado vacuno y su arreo a Chile, o se empleaban en las estancias patagónicas. De ellos se han destacado Jarred Jones, Ralph Newbery, Tauscheck  y Carlos Wiederhold, quien instaló el primer almacén de ramos generales en lo que ahora es el Centro Cívico y que por derivación le diera el nombre a la ciudad de San Carlos de Bariloche, ya que por error idiomático recibía correspondencia a nombre de San Carlos en vez de Don Carlos.

 

En esa época era muy común que propietarios chilenos tuvieran tierras en ambos lados de la cordillera. Sobre la zona norte del lago, el hacendado chileno Hube tenía sus campos de veranada y era conocido como el “Rincón de Hube”. Por derivación le quedó la denominación del El Rincón, lugar donde está establecida hoy la aduana argentina en el paso Cardenal Samoré (ex Puyehue).

 

En las nacientes del río Limay, denominado Paraje Nahuel Huapi,  se estableció a fines de siglo un núcleo de población, estafeta de correos, comisaría, el primer juzgado de paz y el Almacén de Ramos Generales de Jarred Jones, El boliche Viejo, que proveía a todos los vecinos de varias leguas alrededor y era punto de referencia para todos aquellos que llegaban a la zona. Allí se proyectó fundar una ciudad industrial pero la idea se truncó y la población se fue trasladando hacia San Carlos de Bariloche.

 

Hasta la resolución de los conflictos por los problemas de límites con Chile, en 1902, pocas fueron las medidas oficiales tomadas para fomentar la colonización de la zona.      

                       

En 1902 la Oficina de Tierras y Colonias creó la Colonia Nahuel Huapi, subdividiendo el perímetro del lago Nahuel Huapi en lotes de 625 has. cada uno, que podían ser adquiridos por los interesados mediante remate público o abonando la suma de $ 500.-. Así fueron adquiriendo parcelas de tierra los Barbagelatta, Tierno, Marimón, Capraro, Weeks, entre otros.

 

Quienes adquirían un lote estaban comprometidos a realizar mejoras: corrales para los animales, cercos, tomas de agua, vivienda, y acondicionar el tramo de la ruta correspondiente al lote.

 

Por ese entonces también llegaban familias provenientes de Chile, en su mayoría descendientes de araucanos mestizados, que se instalaban con permisos precarios y mantenían una economía de subsistencia. Se empleaban como peones en los establecimientos y se dedicaban a la construcción, ya que eran muy hábiles para los trabajos en madera. Familias como los Antriao, Paichil, Chumuy, Carmonei, Chabol, Martínez .

 

Una vez instalados ya era indiferente la forma en que habían adquirido sus propiedades, todos trabajaban en conjunto, se ayudaban mutuamente y aportaban los conocimientos que traían de su lugar de origen para lograr sobrevivir en esta tierra donde todo estaba por hacerse.

 

La vida diaria de estos pioneros transcurría entre el arreo de animales y cuidado de los sembrados,  y el desmonte para la venta de la madera, en completo aislamiento, necesitados de todo menos de coraje para vivir en este lugar.

 

El médico más cercano estaba en Bariloche, "antes andábamos descalzos y con poco abrigo pero la gente no se enfermaba....", las afecciones eran tratadas con plantas de la zona y las mujeres tenían sus hijos solas, o ayudadas por parteras de oficio. Por ese entonces vivía aquí Ema Dracksler, hermana de la Sra. de Jarred Jones, quien es aún hoy recordada como la matrona de esa época, y que acudía en ayuda de todas las mujeres que estaban por dar a luz. Curiosamente el destino quiso que ella no tuviese hijos propios. Cuenta la abuela Chabol "..tuve quince hijos, algunos se me murieron por el trabajo, al principio me ayudaba mi abuelita pero con los últimos mandaba a mis hijos al campo, me ponía en cuclillas al borde de la cama y ahí los tenía sola...".

 

Para vestirse se usaba lo imprescindible. Quienes podían compraban las ropas en Bariloche; mientras que otros las confeccionaban ellos mismos con telas o con bolsas de harina. La mayoría fabricaba sus calzados con cuero de vaca atados con tientos, y los denominaban  "tamangos", término proveniente del lenguaje indígena.

 

La economía estaba basada en la crianza del ganado vacuno, y la explotación forestal. A diferencia del resto de la provincia, el ganado económicamente más importante era el vacuno ya que en esta zona se contaba con el mercado de Chile donde eran vendidos la mayoría de los animales y de donde se proveían de mercaderías las almacenes. También se sembraba trigo, papas, arvejas, zanahorias y todas las propiedades contaban con sus árboles frutales de manzana, ciruela y las típicas frutas finas.

 

La madera que se explotaba eran el ciprés y el coihue. La primera se utilizaba para las construcciones de mayor importancia mientras que la segunda se utilizaba para los corrales, cercos, galpones, varillas, etc. Sobre las costas de los lagos funcionaban aserraderos que transformaban la madera para destinarla a diversos usos.

 

En 1913 fue invitado por el Gobierno Nacional a realizar estudios en la zona el geólogo norteamericano Bailey Willis, quien junto a un grupo de colaboradores desarrolló una planificación de la región que permitiría transformarla en un polo de desarrollo industrial aprovechado la amplia variedad de recursos naturales que poseía. Esta visión no fue compartida ni por el gobierno ni por los hacendados ingleses, ya que se oponía a sus intereses por lo que nunca se llevó a cabo.

  

En ese entonces el desarrollo económico estaba impulsado principalmente por la Compañía "Chile-Argentina", fundada a fines del S. XIX por los señores Hube y Achelis, de origen chileno, y que traía mercadería de Chile, transportándola sobre mulas y carros tirados por bueyes a través del paso Coronel Rosales. Compraba las producciones de los habitantes del perímetro el lago y las exportaba. Esta compañía llego a tener una marcada hegemonía comercial: tenía campos propios y arrendaba otros que llegaban hasta la zona de Piedra del Aguila, tenía representantes en el puerto alemán de Bremen por donde comercializaban con Europa. En 1914 se vendieron las acciones de la empresa que fueron adquiridas mayoritariamente por  Primo Capraro, quien montó una gran empresa que abarcaba varias actividades, a tal punto que recibió el apodo del "Emperador de Bariloche". Comprendía empresa constructora, empresa de transporte, aserradero, almacén,  también era representante del Gobierno de Italia y corresponsal del diario "La Prensa", entre otras actividades.

 

Para trasladarse de un lugar a otro, los medios de transporte eran el bote y el caballo, ya que por tierra solo existía una huella de carro que la mayor parte del año estaba intransitable. Por ese entonces navegaban el lago dos barcos de carga y pasajeros que han quedado en el recuerdo de los pioneros: El Cóndor y El Nahuel Huapi, conocido también como "El Cachirulo". Estos llevaban las mercaderías hasta las propiedades, depositándolas a la orilla del lago.

 

Ir a Bariloche por tierra, en los pocos vehículos que transitaban la zona, resultaba toda una travesía: se salía a las cinco de la mañana para llegar al mediodía, siempre que el camino estuviese en condiciones, de lo contrario el viaje se dilataba mucho más.

 

Las construcciones se realizaban con los materiales que proveía el medio; principalmente piedra y madera. En esta zona abundaba el ciprés, utilizado en las construcciones más importantes, y el coihue para las de menor importancia. El trabajo de la madera se realizaba todo a mano participando de esta actividad artesanos chilenos conocedores del trabajo en madera. La técnica más rústica utilizada para la construcción era la denominada "palo a pique", que consistía en colocar los troncos enterrados verticalmente uno al lado del otro dándole forma a las paredes. La otra técnica, más compleja, se denomina "block house", que consistía en troncos aserrados a mano en por lo menos tres de sus caras y se iban colocado en forma horizontal trabados unos con otros. Los edificios eran de una sola planta o dos, y se iban agrandando a medida que se necesitaba.

 

La zona era visitada principalmente por amigos de quienes en ese entonces ya tenían propiedades y actuaban de anfitriones, como por ejemplo la estancia Huemul de los Ortiz Basualdo, Cumelén, de Bustillo, Puerto Manzano de la Familia Jewels. A estas propiedades venían integrantes de la oligarquía que pasaban sus vacaciones pescando y realizando excursiones. Muchos de ellos luego adquirieron sus propios terrenos.

 

El primer hotel fue construido en la primer década de este siglo por Primo Capraro en la boca del río Correntoso. Allí llegaban a través del Cóndor y del Cachirulo, dos embarcaciones de carga y pasajeros pertenecientes a Capraro. A poca distancia de allí, en el aserradero de Arauco, la señora del encargado también daba alojamiento en su casa, conocida como la pensión de Arauco. Los turistas eran traídos por empresas de turismo de Buenos Aires, como Exprinter.  

 

Por ese entonces apareció en escena Exequiel Bustillo, quien desempeñaría un rol fundamental en el desarrollo de la zona. Bustillo adquirió en 1931 los lotes que hasta entonces habían pertenecido al colono Weeks y a una sucesión de la familia Newbery, naciendo así Cumelén, que en araucano significa "lugar de paz". Aquí pasaba sus veranos con su esposa y sus amistades. De espíritu muy inquieto, enseguida comenzó a procurar mejoras para la zona y así fue que junto con la familia Lynch, de la estancia Quetrihue, y Primo Capraro realizaron las gestiones para instalar la primer oficina radiotelegráfica dando origen así a la fundación de Villa la Angostura. Bustillo y Lynch aportaron $ 3000.- pesos cada uno para adquirir los equipos mientras que Capraro proporcionó el edificio. El 15 de mayo de 1932 fue inaugurada la oficina ante un centenar de vecinos que simbólicamente enviaron un telegrama cada uno. En esa oportunidad se bautizó a la localidad como "Nuevo Pueblo y Futura Ciudad Industrial Agustín P. Justo"; con el correr de los años se impuso la actual denominación de Villa la Angostura, en alusión al istmo que une la península de Quetrihué con el continente.

 

Para la diversión no había mucho tiempo pero solían organizarse algunos bailes que duraban más de un día. Generalmente se organizaban en la casa de algún vecino y se servían empanadas, asado y bebidas que levantaban el espíritu. Para amenizar el baile era suficiente un acordeón y, si se conseguía, una vitrola.

 

La educación de los chicos resultaba dificultosa, en los primeros años de la colonia pocos tenían la posibilidad de aprender a leer y escribir. Los que estaban en condiciones traían sus propios maestros como es el caso de la familia Barbagelatta, que transformaba su cocina en aula para que sus hijos y vecinos estudiaran. Luego llegó al paraje Nahuel Huapi un comisario cuya señora era maestra y entonces comenzó a dar clases allí, por lo que muchos debieron dejar de estudiar debido a las distancias. En 1928 se decreta la creación de la primera escuela en Villa la Angostura, que comenzó funcionando en una pequeña casilla de madera en la zona del Correntoso. Luego se trasladó donde ahora funciona el albergue de la Universidad de Cuyo, y posteriormente Parques Nacionales construyó el edificio ubicado en la Villa y allí se impartió la enseñanza a todos los niños de varios Kilómetros a la redonda. Finalmente, en l976 fue inaugurado el actual edificio en el Cruce. En esas épocas la escuela cumplía una función social mucho más amplia que la de ahora, ya que sus docentes debían, además de enseñar, ser las referentes en medidas de prevención de enfermedades, organizaban fiestas a las que concurría todo el pueblo, recorrían la zona visitando a sus familias, etc. En fin, el lazo era muy estrecho, y como dice una muy querida directora, la Nana Munar..." en donde vivía yo me sentía una empleada; aquí me sentí persona...". Las clases se dictaban de setiembre a mayo y la fiesta más esperada era la  del 25 de mayo. 

 

 

 

 

I.e. LLEGADA DE PARQUES NACIONALES

 

Desde que en 1903 el Perito Moreno había donado las 3 leguas para la creación de un área protegida, poco se había hecho por preservar el medio ambiente. La filosofía económica imperante desde fines de siglo propiciaba el aprovechamiento irracional de todos los recursos naturales, enmarcada en una colonia agropastoril con aspiraciones a transformarse en un área altamente industrializada.  La única medida que se había tomado fue la de crear el Parque Nacional del Sur en 1922, cuyos objetivos se mantenían en teoría pero sin una real aplicación.

 

En el año 1934, un grupo de personas, lideradas entusiastamente por Exequiel Bustillo, que desde hacía unos años tenía propiedad en la zona, empezó a sostener que era imprescindible la creación de un área protegida con el fin de fomentar la preservación de los recursos, defender la soberanía, aumentar el poblamiento y desarrollar el turismo.

 

El establecimiento de controles aduaneros en 1931 interrumpió el comercio natural que desde siempre se había mantenido con el vecino país de Chile. Esta medida no fue acompañada por un apoyo desde el gobierno nacional que permitiera canalizar la producción. La crisis mundial sumada a estas medidas nacionales habían generado una situación angustiante en la colonia. La llegada de Parques Nacionales fue providencial, ya que sus proyectos comenzaron a generar puestos de trabajo y surgió así una nueva actividad, el turismo.

 

Parques Nacionales produjo gran cantidad de innovaciones provocando un giro en la historia de la zona. El eje fundamental del cambio fue la concepción del uso de la tierra y sus recursos: mientras que hasta ese momento se la venía aprovechando para la actividad agropastoril y forestal, a partir de ahora se tendría como principal objetivo la preservación de los recursos para aprovecharlos turísticamente. Esto generó una serie de medida como la imposición del pago de pastaje, la limitación de cantidad de animales, el control de la tala de árboles, que debieron acatar los pobladores. Por otra parte se realizaron obras de infraestructura por doquier, siendo la más importante la apertura de caminos. La ruta 231, que permite acceder a la Villa, llamada también "Camino de Herradura”, era hasta entonces una huella que se interrumpía frecuentemente. Bustillo realizó las gestiones ante la recién creada Vialidad Nacional, y utilizando sus contactos logró que el gobierno otorgara $ 7000.- pesos para su realización. Así fue que con esa pequeña suma y la colaboración de todos los vecinos que a pala y pico marcaron el trazado, se inauguró este camino en 1935. Cuenta el propio Bustillo que cuando vino el presidente de Vialidad Nacional a inaugurarlo le dijo " ...y todo ésto hizo con solo 7000 pesos..?”.

 

Parques Nacionales realizó también una planificación urbana creando varias “Villas” en diferentes puntos del parque, Villa Mascardi, Villa Tacul, Villa Traful, Villa La Angostura y Villa el Rincón. Estas villas se las había dividido en tres áreas: una comercial, una residencial y otra agrícola pastoril.

 

Nuestra Villa fue establecida en un predio de 400 has., partiendo desde la zona de los puertos hacia la del cruce. El área comercial y administrativa estaba ubicada sobre los puertos, le seguía la residencial y en lo que ahora es El Cruce estaba destinada al área pastoril.

 

Parques impuso también su estilo arquitectónico. El artífice fue el Arq. Alejandro Bustillo, hermano de Exequiel, quien embuído de las tendencias arquitectónicas aprendidas en Europa, perteneció al movimiento arquitectónico conocido como pintoresquismo, -estilo ecléctico que combinaba diferentes técnicas y estilos populares de la arquitectura europea -. Se exigió el uso de materiales de la zona, madera y piedra, para la construcción de las viviendas. Para el diseño de los edificios públicos Parques trabajaba en conjunto con la institución correspondiente, fuera correo, escuela, juzgado de Paz, etc. En el área residencial, además de respetar las exigencias de materiales, los planos debían ser aprobados por la oficina técnica. En función de fomentar el turismo elitista, Parques vendió lotes ubicados en lugares preferenciales en los que se exigía la construcción de viviendas valuadas en por lo menos $ 35.000.- de esa época. Así fue como estos predios fueron adquiridos por familias pertenecientes a la alta sociedad porteña, quienes eran los únicos que estaban en condiciones de realizar tamaña inversión y viajaban por turismo. Así fue como surgieron El Messidor, perteneciente a la familia de Demaría Salas, Inalco, de los García Merou, Inacayal, del Dr. Pinedo, entre otros.

 

Al mismo tiempo fueron llegando familias que venían a trabajar en las obras requeridas por Parques Nacionales, o a cuidar las casas de segundas residencias. Estas familias poco a poco fueron necesitando lugar para construir sus propios hogares, y así fue como surge la necesidad de realizar un loteo de parcelas más pequeñas y accesibles. Se interesa entonces al Conde D´Sagro, propietario del lote 11, para que lotee una parte de su propiedad que abarcaba lo que ahora son los barrios El Once y El Cruce. De esta manera se fue poblando este área que hoy por hoy constituye el centro de la Villa donde se concentra la actividad comercial e institucional.

 

En esta época también se realizaron nuevas mensuras para delimitar correctamente los terrenos y además se comenzó a exigir a los antiguos propietarios de los lotes pastoriles que saldaran sus deudas de impuestos. Esto trajo como consecuencia que muchas familias, sobre todo las de menores recursos, perdieran sus propiedades las que fueron rematadas y loteadas. Tal es el caso por ejemplo de las familias Antriao y Paichil en la zona del Correntoso. Años más tarde, una ley provincial les reconoció el denominado “derecho de población” y se les restituyeron algunas parcelas del tierra para que se instalaran.

 

Parques también fomentó la construcción hoteles otorgando créditos para hacer nuevos y mejorar los que ya funcionaban. Se edificó así el Hotel Angostura, el segundo edificio del Hotel Correntoso, la Hostería del Lago Espejo, la Hostería de Ruca Malén, etc., que recibían sus pasajeros llegados en tren hasta Bariloche. Luego se los trasladaba a los diferentes hoteles del parque en la Modesta Victoria, la emblemática embarcación de la institución, o por automóvil, para que disfrutaran de por lo menos un mes de vacaciones. Las hosterías que se hallaban al borde de los caminos, algunas de las cuales ya funcionaban desde antes, actuaban también como postas para los viajeros que se aventuraban a transitar por los caminos de aquella época, tal es el caso de la Hostería Santa María (actual camping Don Horacio) y Las Flores.

 

Poco a poco la Villa fue convirtiéndose en la favorita de los pescadores, quienes eran casi los únicos que la conocían y la visitaban todos los veranos.

 

Las compras más importantes seguían realizándose en Bariloche, aunque en los alrededores ya estaban instalados algunos almacenes. En El Cruce, frente a la Municipalidad estaba el de un Sr. Gómez y en la Villa se encontraba el más recordado, La Flecha, de José Luis Barbagelatta. Estaba ubicado sobre la bahía conocida hoy como Brava pero que en ese entonces se la llamaba la bahía y el muelle de La Flecha. Este almacén proveía a toda la zona, aún a los que vivían del otro lado del lago. En sus alrededores se generaba ambiente de encuentro para todos los pobladores quienes además de realizar las compras aprovechaban para conversar con sus amigos y "brindar por el encuentro".

 

El invierno del '44 fue muy nevador, la mayoría de los colonos habían perdido sus animales, sólo la Modesta Victoria llegaba trayendo mercaderías. Ante esta situación los hermanos Barbagelatta abastecían a los vecinos a costa de su propio peculio ya que sabían que no recuperarían su dinero. Eran otros tiempos...

 

En 1944 Exequiel Bustillo renunció a la presidencia de Parques Nacionales, finalizando así la etapa de oro de la Institución. La amenaza de expropiación de los latifundios propiciada por el Gobierno Nacional llevó a Bustillo a realizar en 1949 el loteo de Cumelén, que fue comprado por un grupo de sus amigos y poco años más tarde se creó el Country Club Cumelén. Otras propiedades fueron expropiadas por el gobierno nacional, y en el caso de El Messidor, fue adquirido en los años '60 por el gobierno del Neuquén, quien la transformó en Residencia Oficial.

 

 

 

I.f. LLEGANDO HASTA NUESTROS DÍAS

 

En 1945 se creó la Comisión de Fomento de Villa La Angostura, cuyo primer presidente fue Francisco Capraro, hijo de Primo Capraro.

 

En el año 1955 se provincializó el hasta entonces Territorio Nacional del Neuquén y posteriormente Villa La Angostura se convierte en Municipio.

 

A mediados de los '60 llegó a nuestra villa quien se constituiría en el entusiasta promotor del motocross y de los deportes de nieve en nuestra localidad, el Sr. Jean Pierre Raemdonck, belga de nacimiento, quien eligió a nuestra localidad para vivir y junto a un grupo de intrépidos comenzó a organizar carreras de motocross que llegaron a tener trascendencia nacional e internacional, ya que se realizaban carreras entre la Villa  y la transandina ciudad de Osorno. Tiempo más tarde formó parte de los primeros que comenzaron a practicar los deportes de nieve y que luego darían forma a lo que hoy es nuestro centro de esquí, El Cerro Bayo.

 Jean Pierre Raemdonck. Su historia.

Así fue como Villa la Angostura, que históricamente había sido un centro de turismo estival, comenzó de a poco a brindar la posibilidad de practicar los deportes invernales. Hoy el Cerro Bayo, pertenece a una sociedad anónima y se ha convertido en un centro de sky boutique. 

 

Desde la década del ochenta hasta el año 1994, en que se finalizó el asfalto, la Villa fue cambiando muy lentamente, sus habitantes trabajaban en las pocas áreas agrícolas  que habían quedado y en el verano, Cumelén y los servicios turísticos generaban trabajo de temporada en la actividad turística.

 

En estos últimos años los cambios comenzaron a sucederse en forma acelerada, al asfalto le siguió el gas natural, luego la televisión por cable y hoy ya cuenta con un nodo propio que nos comunica a todo el mundo a través de Internet. Paralelamente la Villa ha sufrido un crecimiento poblacional muy grande con llegada de un gran número de personas provenientes de otras ciudades del país, que se instalan aquí en busca de un cambio de vida y a trabajar en la actividad turística. Otros eligen la Villa para vivir al retirarse de su vida activa y también se han generado importantes inversiones destinada a los servicios turísticos. Al mismo tiempo hemos sido "descubiertos"  por un creciente número de turistas que vienen a visitar la Villa en busca de nuestro principal capital, la naturaleza.

 

Este crecimiento en todos los aspectos hace que la villa se encuentre hoy ante el gran desafío de definir su futuro: desarrollándose sin perder la identidad que la han hecho la elegida de sus habitantes y visitantes. 

Recorramos entonces esta Ruta Histórica, partiendo desde la boca del Río Limay, hasta el Espejo Chico.

Paraje Nahuel Huapi

En esta planicie denominada Paraje Nahuel Huapi a fines del siglo pasado se estableció un núcleo de población. Aquí funcionaban el destacamento de policía fronteriza, la estafeta de correos, el Juzgado de Paz y el almacén de ramos generales de Jarred Jones. Antes de la construcción del primer puente de hierro (1935), existía una balsa de maroma para cruzar el río. En 1913 realizó estudios en la zona el geólogo norteamericano Bailey Willis, quien propuso transformar el área en un polo de desarrollo industrial con embalses, fábricas y explotación intensiva de los recursos naturales. Esta idea no prosperó y con el correr de los años la población fue concentrándose hacia lo que ahora constituye la ciudad de San Carlos de Bariloche. Aún sigue en pie el almacén de ramos generales de Jarred Jones, conocido como el Boliche del Limay.

 

El Boliche Viejo

Este edificio fue construido a fines de siglo pasado por el norteamericano Jarred Jones, pionero de la zona. Aquí instaló  su almacén de ramos generales en el que se abastecían los pobladores de varios kilómetros a la redonda. La compra y comercialización de mercaderías se realizaba principalmente a través del trueque. Se proveía desde Chile y de la colonia galesa del Chubut. Obsérvese que el estilo y los materiales utilizados para su construcción responden al empleado en zonas portuarias. Esto la distingue del resto de las construcciones de esa época que se edificaban con madera y piedra. Lo invitamos a entrar para transportarse a aquella época en que la Patagonia era el sitio elegido por muchos forajidos de los cuales el más famoso fue el norteamericano Butch Cassidy.

 

Santa María

En 1903 llegó desde Navarro, provincia de Buenos Aires, uno de los primeros pioneros de la zona, don José Luis Barbagelatta. Junto a su hermano Manuel adquirieron del Gobierno Nacional dos predios de 625 has. cada uno. Con ellos vino también un sobrino, Antonio Tierno, que se asentaría luego en lo que es hoy la hostería Las Flores. Quienes adquirían los lotes, ya sea por remate público o abonando la suma de $ 500.- se comprometían a realizar diversas mejoras: construcción de viviendas, corrales, cercos, etc., y a acondicionar el tramo del camino que pasara por su predio. Barbagelatta abandonó, como tantos otros colonos, sus estudios en Buenos Aires para dedicarse a la actividad agropastoril y a la explotación de la madera. Se casó con Micaela Lavallén y tuvieron varios hijos, muchos de  los cuales fallecieron a corta edad. Las condiciones de vida eran muy duras, el médico más cercano estaba en Bariloche pero, como dicen los viejos pobladores, ..."antes nadie se enfermaba...". Se vivía con muy poco pero no faltaba lo imprescindible para alimentarse y vestirse. A pocos metros de aquí se encuentra la precaria vivienda que albergó a la familia durante los primeros tiempos.

 

Primer vivienda: A pesar de su aparente fragilidad ya hace casi un siglo que se mantiene en pié la primera casa junto al establo, los galpones y otras dependencias de aquella época. La cocina y las habitaciones están en edificios diferentes. Todas fueron construidas con madera de ciprés y coihue trabajadas a mano. La técnica de construcción utilizada se la denomina "palo a pique". Consiste en troncos cortados a hacha ubicados uno al lado del otro enterrados en el piso. Los techos son de tejuelas de ciprés hechas a mano. No tiene vidrios así que para aislarse del frío se colocaban en las aberturas bolsas y se revestían las paredes con papeles pegados con engrudo. A pocos metros se encuentra el "Chenque". Así se llamaba a un pozo hecho en la tierra donde se guardaban las reservas de comida para el invierno. Todo colono que se preciara de tal plantaba alrededor de su casa frutales, elemento característicos en todos los poblados.

 

La segunda casa: Edificada entre 1922 y 1923, albergó en su cocina la primera escuela de la zona. Fue edificada  con la técnica llamada "block house". Consiste en troncos labrados a hacha ubicados horizontalmente uno sobre otro y trabados entre si en las uniones de las paredes originando así el típico efecto de los troncos sobresaliendo en los vértices de la casa. Fíjese que particular la arcada hecha con ramas.  Posteriormente se amplió y a partir de 1932 funcionó como hostería a donde concurrirían todos los veranos turistas cuyo principal objetivo era la pesca. También oficiaba de parada de micros de línea en entre Bariloche y Villa La Angostura.    

 

Las Flores

Aquí se estableció a principio de siglo don Antonio Tierno. La parte central del edificio data de los años '30 y luego en la década siguiente se construyeron las dos alas laterales donde están la cocina y las habitaciones. Está realizada con materiales de la zona, piedra y madera con estilo sencillo y aberturas pequeñas para evitar la pérdida de calor. Constituye un ejemplo de arquitectura popular. Funciona como hostería desde los años `30 en que Parques Nacionales fomentó la apertura de establecimientos hoteleros al borde de las rutas del Parque. Su galería central es un elemento muy característico de la arquitectura del sur de Chile, que influyó notablemente en las construcciones de nuestra zona. Todas las viviendas eran hechas por los propietarios ayudados por vecinos y se empleaban artesanos carpinteros chilenos que poseían una gran habilidad para el trabajo de la madera. Las habitaciones están conservadas tal como en aquellos tiempos. Alojarse aquí lo hará transportarse a un tiempo de pioneros donde la sencillez era el mayor confort. Las flores del jardín inspiraron su nombre y le imprime un sello inconfundible.

 

Vivero Genciana

Esta propiedad pertenece a la familia Diem, descendientes de José Diem, alemán, establecido en la zona desde 1926 y en este lugar desde 1940. Se dedicó al estudio de la flora de la región, lo que le hizo merecer en 1959 el premio "E. L. Holmberg" de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Junto con otros vecinos fue pionero en la práctica de los deportes de montaña. En este vivero se especializó en el cultivo de rododendros y gencianas. Diseñó el sendero interpretativo en el Bosque de Arrayanes. La casa, de 1953, fue diseñada  por él y un amigo y representa a las edificaciones de la época por su diseño funcional y la utilización de materiales de la zona. Sus restos descansan con los de su esposa, Elena Wetzel, en este parque junto a las flores y plantas que tanto amó.

 

Puerto Manzano

Esta casa fue construida por Cristian Book quien pobló el lugar desde 1907. Luego la vendió en 1913 los suizos Arduser y Buol, que instalaron un negocio de ramos generales, y en 1921 la adquirió Ernest Jewels, escocés, quien reforestó toda la península con especies exóticas. La familia Jewels recibía en su casa a muchos visitantes entre los que se destacan los señores Bustillo, García Merou, Pinedo, Lynch, Ortiz Basualdo. En 1946 la estancia fue vendida a una compañía de urbanización que loteó el predio. La casa constituye un baluarte de la arquitectura popular, construida con troncos labrados a hacha, y transmite la solidez y simplicidad con que fue concebida. Preste atención que al lado de la puerta figura la fecha en que fue habitada por cada propietario.

Paisajes con Historia, Puerto Manzano

 

Cumelén*

Cumelen significa en araucano "lugar de paz". Fue bautizado así por Exequiel Bustillo en 1931 cuando adquirió estos lotes que habían pertenecido al colono Weeks y a la sucesión de la familia Newbery. En 1933 construyó su primera casa, diseñada por su hermano Alejandro Bustillo, la que fue ampliada en 1937. Observándola se distinguen las diferentes técnicas aplicadas para su construcción. Mientras que la primera es sencilla, de estructura simple y materiales menos trabajados; la segunda presenta un mayor trabajo de la piedra y la madera y con una estructura más compleja. Como todas las casas de aquella época albergaba en los largos veranos a gran cantidad de visitantes, principalmente de la alta sociedad porteña a la que pertenecía Bustillo. En 1949  vende la propiedad a un grupo de amigos quienes lo dividieron en  lotes más pequeños en 1951, y lo transformaron en el actual Country Club Cumelén. 

   

Barrio El Cruce

Cuando Parques Nacionales comenzó a realizar sus obras llegaron a la zona gran cantidad de obreros que con el tiempo se fueron asentando en el lugar y por lo tanto se hacía necesario destinar un área para que pudieran edificar sus hogares. Parques había subdividido la Villa en tres áreas: la comercial, hoy zona de puertos; la residencial, donde estaba estipulado que las propiedades debían responder a exigencias preestablecidas respecto a materiales, estilo y valores (mínimo $ 35.000.-), y el área pastoril destinada a emprendimientos agrícolas. Esta zona correspondía al área pastoril. porque era un “mallín” (lugar de tierras inundables), poco rentables  para las actividades económicas de aquella época. Tampoco tenía paisajes atractivos, y se encontraba sobre el camino que llevaba a Bariloche y a Chile. Así fue que se interesó al Conde DiSagro, propietario del lote pastoril Nº 11, para que loteara esta parte de su propiedad. De esta manera comenzaron a edificarse las primeras casas y poco a poco el área fue creciendo y convirtiéndose en el centro comercial y administrativo de la localidad, a punto tal que todas las instituciones que Parques Nacionales había planificado que se ubicaran en el área comercial de la villa, se han ido trasladando hacia este sector.

 

Plaza San Martín

Este sitio cumplió la función de cementerio hasta que en los años '40 se trasladó a su actual emplazamiento. La mayoría de los cuerpos fueron trasladados, pero aún descansan bajo este frondoso maitén los restos de Ignacio Antriao, uno de los viejos pobladores, descendiente de mapuches,  llegado a fines del siglo pasado desde Chile.

 

Distribuidor de caminos

Este distribuidor de caminos fue colocado aquí por Parques Nacionales en 1936. Construido en bloques de piedra modelados artesanalmente, elemento característico de la arquitectura impuesta por la institución, se encuentra aquí desde que este cruce era solo una huella de tierra indicando la convergencia de las rutas 231 y el Boulevard Nahuel Huapi que lleva a la zona de los puertos.

 

Capilla Virgen Niña

Fue construida en 1963, con la donación de la familia de la niña Diana Bortot, quien falleció ahogada en la Laguna Verde cuando intentaba salvar a su hermano que había caído al agua. Este hecho aconteció el 3 de febrero de 1962 y al año siguiente, en esa misma fecha se celebró la primer misa en la capilla. Sus restos descansan bajo el edificio. La misma recibe su nombre de la congregación a la que pertenecía la escuela en la que estudiaba la pequeña.

 

Automóvil Club Argentino

Esta estación de servicio es punto de referencia indiscutible desde 1943, en que comenzó a brindar apoyo a quienes transitaban por la zona. Su construcción y la de los caminos atrajo a gran cantidad de trabajadores que terminaron radicándose definitivamente en el lugar. En un principio el predio llegaba hasta el Boulevard, pero a medida que el pueblo fue creciendo se necesitó ampliar la avenida y entonces el ACA donó parte del terreno, y así fue que el muñeco distintivo de la institución quedó en el medio de la rotonda.  En 1987 sufrió un incendio y fue reconstruido.

 

Casas Originarias

Estas primeras construcciones del barrio datan de los años 40 y 50. Tienen características en común representativas de las técnicas aplicadas en la arquitectura de aquellos años, como son la utilización de la piedra y los troncos de ciprés modelados a mano, con los que se construyeron las paredes y las tejuelas. Sus vigas están labradas con una técnica denominada “hachuelado” que les da un toque decorativo muy particular. Todas poseen en sus pisos superiores las pequeñas ventanas (lucarnas), cuya función es la de permitir el paso de la luz sin que disminuya la temperatura interior, condición de sumo valor en aquellas épocas en que la calefacción era sólo a leña y pobre la aislación de las paredes. En esta arquitectura llevada a cabo por inmigrantes de diversos países se mezclan elementos del tipo de construcción que se hacía en su país de origen adecuados a las necesidades y disposición de materiales de esta zona.

 

Pichi-Huinca

Así se llamaba el boliche más famoso del pueblo. Construido en los años ’40 por su propietario, don Pilón Barbagelatta, fue el lugar de reunión por excelencia de todos los hombres del pueblo que se juntaban a jugar a las cartas y “brindar por el encuentro”, por lo que más de uno entraba solo y debía salir con ayuda. Desde ya que solía haber alguna riña pero en general el ambiente era de sana diversión. Hoy ha sido modificado su interior y funciona allí una confitería y restaurante.

 

La Carpintería de Soto

Esta fue la primera carpintería mecánica del pueblo, construida por su dueño, don Soto, en 1953.  Utilizaba sierras circulares activadas con un motor a nafta. Sus bases están construidas de piedra y la estructura es de vigas de coihue labradas a hacha. Exteriormente está revestida de cantonera de ciprés. En esta carpintería y en el aserradero que incorporó después, se realizaron trabajos para varias residencias importantes de la zona.

 


Villa La Angostura

Cuando a principios de siglo se crea la colonia pastoril Nahuel Huapi, este predio correspondía al lote pastoril Nº 9, asignado a la familia Antriao. En ese entonces esto era todo bosque. Cuando Parques Nacionales se hace cargo de la zona realiza una nueva mensura y destinó 400 has. - a partir del Istmo de Quetrihué -, para establecer una de sus villas turísticas,  Villa La Angostura. En total Parques Nacionales proyectó cinco urbanizaciones turísticas dentro del Parque Nacional a las que denominó villas. Cada una estaba dividida en tres áreas: una comercial, otra residencial y una tercera agrícola. Esta zona de los puertos era el área comercial de la villa y aquí fue donde se construyeron todos los edificios públicos y comerciales más importantes. La principal actividad comercial y social se desarrollaba en este lugar hasta que el barrio el Cruce fue desarrollándose y eso produjo que poco a poco también se trasladaran todos los servicios . Actualmente viven muy pocas personas en forma permanente y se ha transformado en un área de paseo. Aún se conservan de aquella época los edificios construidos por Parques Nacionales: Capilla La Asunción, Casa del Guardaparque, el muelle, Escuela 104, Juzgado de Paz, Hotel Angostura; y de las construcciones particulares la casa de Don Roberto Marimón y parte del edificio del almacén de ramos generales “La Flecha”.

 Circuito Histórico Peatonal.

Casa del Guardaparque

Esta construcción responde a la tipología clásica de Parques Nacionales, donde se observa el trabajo en bloque de la piedra realizado por obreros centroeuropeos que conocían el oficio. Se destacan también los múltiples techos, que implican una mayor complejidad arquitectónica.

 

Muelle de Parques Nacionales

Este muelle fue construido por Parques Nacionales en 1937 para que pudiera arribar la Modesta Victoria, primera embarcación del organismo. Fue construido con madera de coihue y aún se conserva la estructura original.

 

Edificio de Correos

En este sitio fue fundada Villa La Angostura el 15 de mayo de 1932 al inaugurarse la primera estación radiotelegráfica de la localidad. Hasta entonces la villa estaba aislada, lo que representaba  un gran riesgo para la población.

Según consta en las Actas de Fundación, se la denominó “Correntoso” y dependía de la Dirección Nacional de Correos y Telégrafos de la Nación.

Primo Capraro aportó el edificio de madera, mientras que Lynch y  Bustillo hicieron lo propio con el dinero para los equipos. En el acto estuvieron presentes gran cantidad de vecinos. En esa oportunidad cada uno de los presentes envió un telegrama y luego disfrutaron del infaltable asado para festejar. El pueblo fue bautizado con el nombre de “Nuevo Pueblo y Futura Ciudad Industrial Gral. Agustín P. Justo”, en honor al Presidente de la Nación de ese momento que hacía poco tiempo había visitado el lugar y prometido una serie de mejoras para la región. Con el tiempo se impuso la denominación popular de La Angostura en alusión al istmo que une la península de Quetrihue con el continente y así la denominó Parques Nacionales cuando planificó su urbanización años más tarde. En 1956 se inauguró el nuevo edificio a donde funcionó hasta su traslado a una oficina del Cruce en 1996, ya que todo el movimiento administrativo y económico se concentra allí.

Juzgado de Paz

Aquí funciona el Juzgado de Paz desde 1942. Antes de esa fecha estaba establecido en el paraje Nahuel Huapi, sobre la naciente del río Limay.  Este edificio fue construido por Parques Nacionales en 1936, quien además lo diseñó como lo hacía con todos los edificios públicos de su jurisdicción. Una curiosidad: El primer nacimiento registrado data de 1903 y pertenece a Irma Rosalía Barría; al trasladarse a el nuevo edificio el primer nacimiento se registró en mayo de 1942 y también el apellido de la niña era Barría.

Capilla La Asunción

Esta capilla fue construida por Parques Nacionales en 1936. Se utilizó piedra, madera de ciprés y mampostería de ladrillo. Fue diseñada por el Arq. Alejandro Bustillo, quien se inspiró en la arquitectura del norte europeo. Su estructura es de una sola nave rectangular. Entre los elementos del interior merece destacarse la araña central y los vitreaux. Estiliza el edificio su campanario de forma puntiaguda, que recuerda a las iglesias normandas. Recién comenzó a funcionar en 1948. En un principio dependía de la Parroquia Asunción Inmaculada de Bariloche, luego pasó a depender de San Martín de los Andes hasta que en 1962 se la reconoció como Parroquia.

 

Escuela 104

La escuela funcionó aquí desde 1936 hasta 1976. Al igual que el resto de los edificios públicos fue diseñada por el cuerpo técnico de Parques Nacionales. Asistían a ella niños provenientes de hasta 5 leguas de distancia, inclusive del otro lado del lago. Muchos de ellos eran dejados por sus padres en pensión en casas de familia durante el período lectivo que comenzaba en setiembre y terminaba en mayo. En ese entonces la escuela cumplía una función social ya que además de educar  también se vacunaba, se realizaban censos y por supuesto allí se reunía la población para las fiestas de las cuales la más importante era la del 25 de Mayo. Trabajar en una escuela de frontera era todo un desafío para aquellos maestros que debían afrontar necesidades de todo tipo. Una de las directoras más queridas, "la Nana” Munar, dice ..."trabajar aquí me hizo sentir más que una empleada; me sentí persona...." En 1976 la escuela se trasladó al nuevo edificio ubicado en el barrio el Cruce.

 

Hotel Angostura

Es el primer hotel construido por Parques Nacionales en Villa la Angostura. Fue diseñado por el Arq. Miguel Angel Cesari, integrante del departamento técnico de la Institución. Se destaca porque desde sus comienzos contó con baños privados y calefacción central, servicios de vanguardia por aquellos años. Los turistas eran traídos desde  San Carlos de Bariloche cruzando el lago con la Modesta Victoria y se quedaban por lo menos un mes.

  

El Messidor*

Exequiel Bustillo, siendo Presidente de Parques Nacionales, alentó a muchos de sus conocidos de la Alta Sociedad Porteña para que compraran tierras dentro de la jurisdicción de Parques Nacionales. Bustillo quería incentivar el poblamiento como forma de afianzar la soberanía nacional. Otro de sus objetivos era el de fomentar la actividad turística. En aquellas épocas el turismo estaba reservado a una élite que contaba con los recursos para realizar viajes de placer. Se acostumbraba poseer casas de veraneo a las que se invitaban amigos. Aquí pasaban los meses de verano disfrutando del descanso y los paseos.

El Messidor fue una residencia veraniega que perteneció a Sara Madero de Demaría Salas, prima de Exequiel y Alejandro Bustillo. Su nombre significa en francés "mes de oro" en referencia al mes que maduran los trigales. El Arq. Alejandro Bustillo fue quien la diseñó inspirado en las casas de campo francesas. Para su construcción se utilizó granito de la zona y madera de ciprés traída del otro lado del lago. La casa está compuesta de dos plantas. Sus techos se realizaron de asbesto gris, imitación pizarra, revestidos en el interior con madera de ciprés. Los torreones terminados en forma cónica evocan los castillos medievales. En su parque se plantaron especies autóctonas que le dan un gran colorido sobre todo en otoño.

La situación económica de los años ’50 y ’60 llevaron a la mayoría de estas familias a vender estas propiedades ya que los impuestos que debían pagar encarecían mucho el mantenimiento de las mismas. Lo mismo le sucedió a la propietaria de esta casona quien a mediados de la década del ’60 la vendió al Gobierno de la Provincia del Neuquén. Desde entonces se ha convertido en Residencia Oficial donde son alojados invitados del Gobierno Provincial. En 1976 estuvo detenida durante varios meses la ex presidenta de la Nación, Isabel Martínez de Perón.

 

Muelle y  Almacén "La Flecha"

En este sitio funcionó desde el año 1938 hasta 1953 el almacén denominado "La Flecha". Su propietario fue don José Luis Barbagelatta quien junto a sus hermanos Enrique y Jorge proveía a toda la zona de mercaderías y brindaba el servicio de transporte de carga. Al muelle que se encuentra a pocos metros llegaban las embarcaciones con mercadería y los pobladores del otro lado del lago que venían a proveerse. En este almacén se concentraba todo el movimiento comercial y social de esta zona; “La Flecha” era el lugar de encuentro. El edificio original se incendió pero aún se conserva la pequeña construcción poligonal donde funcionaba la carnicería. Posteriormente se construyó el edificio de dos plantas que funcionó hasta la década del ’70 en que cerró sus puertas definitivamente.

 

El Club Social y Deportivo "Angostura"

Aquí funcionan las instalaciones del primer club de estas características de la localidad. Fue creado el l4 de noviembre de 1939 por un grupo de vecinos entusiastas del fútbol, entre los que figuraban los hermanos Barbagelatta, Tierno, Roberto Marimón, entre otros. Desde esta institución se fomentó la práctica deportiva, principalmente el fútbol y también el motocross. Hasta que tuvieron su propia sede se reunían en el almacén pero con el tiempo la importancia de las actividades hizo que requirieran de un lugar aparte y así construyeron esta edificiación.  En los años 60 y 70  constituyó el lugar de reunión social por excelencia, organizando bailes al que concurría toda la comunidad. Desde la década del '40 su secretario fue don Enrique Martín Barbagelatta, quien se dedicó con mucho cariño al engrandecimiento de la institución. Falleció en 1983 y en homenaje a su labor se puso su nombre al gimnasio municipal.

 

Casa de Roberto Marimón

Esta es una de las primeras casas que se edificaron en esta área de los puertos. La construyó don Roberto Marimón a fines de los años ‘30. El lote se lo compró a Parques Nacionales. Representa el tipo de construcción popular de la época, de diseño sencillo y con materiales del lugar. Su base es de piedra, la estructura es de madera trabajada a mano, con lucarnas en el piso superior. Su techo originalmente era de tejuelas de ciprés, hoy ha sido reemplazado por chapas de zinc. Durante un tiempo Marimón y su señora tuvieron aquí una despensa que la llamaron “Quila Quintue” (tres miradores).  En la casa más pequeña habitó durante muchos años el primer fotógrafo de la villa, el Sr. Tratnick, recordado  con mucho cariño por quienes lo conocieron.

 

Hotel Correntoso

Hacia 1910 Primo Capraro construyó aquí el primer hotel de Villa la Angostura. Realizado totalmente de madera machimbrada, esto representó un avance en las técnicas de construcción ya que hasta entonces la madera era trabajada a mano. La maquinaria la importó el propio Capraro. Los techos estaban hechos con tejuelas de ciprés, funcionó hasta el año 1950 en que su hijo Francisco construyó el actual Hotel Correntoso, utilizando como material novedoso bloques de arena volcánica para su estructura. A este hotel llegaban en las primeras décadas del siglo los selectos grupos de turistas que venían a descubrir la zona en excursiones lacustres desde Bariloche. También contaba en la playa Ultima Esperanza con unos bancos y mesas donde se trasladaban los turistas para pasar el día y tomar el té. Aún sigue siendo punto de referencia indiscutible para los pescadores que nos visitan, ya que el río Correntoso es famoso a nivel mundial por el tamaño y cantidad de sus truchas que lo convierten en un lugar ideal para la práctica deportiva en la modalidad “mosca”.

 

Arauco

En este paraje a principios de siglo Primo Capraro montó el primer aserradero mecánico de la zona. La incorporación de maquinarias permitió trabajar la madera en forma de tablas y tirantes de un modo más rápido y sencillo. El sistema que se utilizaba era el denominado "banco americano", que consistía en una cierra circular que aserraba los troncos montados en un carro sobre rieles, con un mecanismo de avance y retroceso. Funcionaba con un motor a  vapor llamado "locomobile". Los aserraderos se ubicaban al borde de los lagos para facilitar el transporte de la madera. El árbol más codiciado era el ciprés mientras que el coihue era utilizado para construcciones de menor importancia. En este establecimiento se fabricaban varillas para alambrados que eran vendidas principalmente a terratenientes de la Patagonia para delimitar sus propiedades.

 

Inalco*

Esta propiedad llamada antiguamente Puerto Baratta correspondía al lote pastoril Nº 8 adquirido a principio de siglo por Primo Capraro y Federico Baratta, quienes habían sido compañeros de milicia en Italia, y al reencontrarse en Argentina se asociaron temporariamente para la explotación maderera. Posteriormente Capraro compró la parte y en 1940 el predio fue adquirido por la familia García Merou, quien construyó aquí una residencia de verano. El encargado de diseñar la construcción fue el arquitecto Alejandro Bustillo, quien se inspiró en las casas de campo francesas, con una residencia principal y una serie de construcciones denominadas en su conjunto "farm", compuesta por la casa de los peones, la carnicería, un establo y un gallinero. Entre estos edificios se halla una fuente circular utilizada como bebedero de animales. Todas estas construcciones se mantienen en buen estado de conservación. En la década del ’70 fue vendido y durante varios años funcionó aquí un criadero de perros San Bernardo, del que todavía se mantienen algunas instalaciones. Actualmente está alquilado por un colegio privado de Buenos Aires que lo utiliza como colonia de vacaciones.

 

Lago Espejo

En este lugar se afincó en 1936 la familia Meier, inmigrantes alemanes que construyeron un establecimiento hotelero y realizaron diversas mejoras según las condiciones establecidas por Parques Nacionales. A este hotel llegaban personajes muy importantes,  y como era común en esa época, doña Dora Meier criaba animales y tenía una huerta con verduras y frutas finas que utilizaba para consumo del hotel. También se contaba con un servicio de lancha para realizar excursiones con los pescadores. En 1961 la propiedad se vendió a una congregación salesiana. En 1986 el viejo edificio se destruyó por un incendio y años después se levantó sobre sus cimientos el actual hotel.

 

La Bellunese*

Primo Capraro fundó esta estanzuela en 1907 y desde entonces fue habitada por la familia de Carlos Colletti, oriundo del mismo lugar que Capraro, la provincia de Belluno. La casa y el resto de las construcciones datan de principio de siglo y constituyen un ejemplo típico de la arquitectura popular con marcada influencia de las técnicas y estilos de construcción del sur de Chile.

 

Espejo Chico Casa de Matus 

Desde 1922 vive aquí la familia Matus, quienes llegaron desde Chile y con un permiso precario otorgado por la Oficina de Tierras y Colonias de la Nación, se instalaron en esta legua de campo en la que cultivaron durante años trigo, avena, papas y otras verduras y criaron animales. De aquella época es la vivienda, los corrales y cercos, todo de madera trabajada a mano. La casa es de estructura sencilla y con pocas aberturas para evitar que entre frío. Fue construida con las técnicas típicas de la zona del sur de Chile, que ejerció gran influencia en el estilo de construcción de nuestra zona.   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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