QUIEN FUE PRIMO CAPRARO
Primo Capraro nació en provincia italiana de Belluno. Llegó a nuestra zona en 1903, vía Chile, proveniente del Perú donde había estado probando suerte.
En Bariloche residía su compañero de milicia, Federico Baratta, quien lo convenció de que se quede aquí, y así fue que juntos adquirieron el lote pastoril Nº 8 por la suma de $ 500.-. Este lote, de 625 has. abarcaba desde la desembocadura del río Correntoso hasta el lago Espejo.
Durante los primeros años vivía solo en una precaria construcción y se dedicaba a desmontar el bosque para vender la madera a la Compañía La Chile-Argentina. Poco a poco se fue relacionando y comenzó a dedicarse a la construcción de viviendas y la compró la parte del lote pastoril a Baratta. En 1914 adquirió la mayoría de las acciones de la mencionada empresa, heredando de ella la hegemonía económica de la zona y se trasladó a Bariloche.
Sus oficinas estaban ubicadas donde ahora se encuentra el Centro Cívico. Su empresa concentró un sinnúmero de actividades: poseía compañía de transportes lacustre, aserraderos, taller y carpintería mecánica, fábrica de muebles, empresa constructora, almacén de ramos generales, molino harinero, fue agente oficial de importantes empresas de Buenos Aires, corresponsal consular del Gobierno de Italia, subagente del Banco di Nápoli y corresponsal de La Prensa, entre otras.
Se casó con Rosa Maier, alemana, a quien mandó a buscar a su país, con quien tuvo tres hijos: Francisco, Luisa y Matilde.
En nuestra localidad abrió el primer hotel Correntoso, instaló el primer aserradero mecánico en Arauco, cultivó el trigo en la estanzuela "La Bellunese" y aportó el edificio para la instalación de la estación radiotelegráfica que en 1932 daría nacimiento oficial a nuestro pueblo.
La crisis de la década del '30 lo sorprendió invirtiendo en la construcción del ramal del ferrocarril hasta Bariloche, confiado en que pronto recuperaría el dinero. Esto no fue así, las deudas comenzaron a agobiarlo y sumido en una profunda depresión se suicidó en 1932.
Con su muerte finaliza una etapa de la historia de la zona. Capraro fue un visionario, consustanciado por las ideologías económicas de esa época, soñaba con transformar a este lugar en una próspera área industrial, con ríos y lagos comunicados por canales, aprovechamiento de la energía hidroeléctrica, explotación de la madera y desarrollo del turismo.
Como toda persona que se destaca en una sociedad tuvo sus adeptos y sus detractores, pero es indudable que gracias a su espíritu pionero produjo grandes cambios al punto que hay un antes y un después de Primo Capraro.
Bibliografía sugerida disponible en el museo:
EL EMPERADOR DE BARILOCHE
EL PROCEDER DE UN PIONERO Colección Vallmitjana
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